

Su actividad se desarrolla hasta el año 1975 en los campos de frío y calor industrial y fabricación de cocinas industriales, con licencias alemana y francesa respectivamente.
En 1975 se comienza a diseñar y a fabricar, bajo licencia alemana, dos productos innovadores y con amplias aplicaciones industriales: Los equipos de recuperación de calor y los calentadores de aire, que son acogidos muy favorablemente por el mercado, creándose Kalfrisa una importante y prestigiosa cartera de clientes.
A comienzos de los años 80, Kalfrisa desarrolla a través de su ingeniería otro nuevo producto: Las instalaciones especializadas en el curado de tabaco, con gran reconocimiento en los principales países productores.
A finales de los 80, Kalfrisa demuestra una vez más su afán innovador y vanguardista, al incluir en su programa el diseño y fabricación de equipos para la valorización de residuos sólidos, líquidos y gaseosos, afrontando con éxito la creciente demanda generada y respetando el progresivo endurecimiento de las normativas medioambientales al incorporar líneas específicas para el tratamiento y la depuración de gases residuales. Asimismo, se aborda el diseño y fabricación de nuevos equipos especializados en la cremación de cadáveres humanos y residuos animales.
Desde finales de 2005, el 100% de la empresa pasa a manos de las familias fundadoras de Kalfrisa, siendo su capital cien por cien aragonés, por la compra del 53% que hasta entonces estaba en poder de su socio alemán.
Este hecho marca un punto de inflexión ya que ha permitido a Kalfrisa ampliar su presencia en los mercados internacionales y conseguir nuevos proyectos y colaboraciones tecnológicas de vanguardia que complementan a sus actuales y ya consolidadas actividades.
En febrero de 2009 KALFRISA compra la división de hornos incineradores de la empresa de Barcelona Saunier Duval Setri Española, S.A., potenciando y ampliando así su presencia y liderazgo en este campo.